lunes, 11 de mayo de 2009

La crisis obligará a la banca a recortar 23.000 empleos.


Los bancos ya hicieron su gran reestructuración en las anteriores crisis, la de 1978 a 1985 y la de los años 90. No obstante, ahora están realizando un cierre moderado de oficinas y supresión de empleos, en gran parte mediante prejubilaciones.
El BBVA se anticipó a la crisis actual y puso un marcha, a finales de 2006, un plan de ahorro de costes. En base a él, en los últimos doce meses ha cerrado 336 oficinas en todo el mundo (239 de ellas en España) y ha suprimido 7.036 empleos, de los que 2.099 han sido en nuestro país.
El Banco Popular también ha iniciado un plan de ajuste muy exigente que, posiblemente, le permitirá mantener durante mucho tiempo su récord de eficiencia en Europa. Así, tiene previsto cerrar entre este año y el que viene unas 300 oficinas de las 2.500 que tenía en enero pasado. Sin embargo, el Santander ha incrementado sus sucursales en 1.536, hasta alcanzar 14.196 en todo el mundo, de ellas 4.995 están en España, 27 más de las que tenía hace un año.
Las cajas de ahorros realizaron su gran concentración en la década de los noventa, hasta quedarse en 45 entidades, poco más de la mitad de las que había. Pero ahora se van a ver obligadas a realizar otra importante reestructuración que, según las estadísticas que maneja el sector bancario, recortaría hasta en un 31,5% el número de oficinas, lo que provocaría la supresión de unos 23.000 empleos.
Mientras que los bancos tienen 15.580 oficinas, las cajas disponen de 24.985 y, en cambio, el negocio se reparte en términos generales al 50%.
Y es que los ratios de las cajas distan bastante de los de los bancos, en buena medida porque las primeras basan gran parte de su negocio en particulares y pequeñas y medianas empresas, mientras que los bancos están más volcados en las grandes empresas.
De este modo, cada sucursal de banco gestiona por término medio 51 millones de euros en créditos, mientras que cada oficina de caja de ahorros mueve 35 millones en préstamos.
Para que las cajas de ahorros consiguieran un ratio de crédito por sucursal similar al que tienen ahora los bancos, deberían eliminar unas 7.885 oficinas. Es decir, un 31,5% de las 25.000 existentes en la actualidad. Si tenemos en cuenta que la mayoría de las nuevas sucursales se han abierto con tres empleados, se podría extrapolar que estas entidades deberían suprimir algo más de 23.000 empleos.
En ese sentido, hay que señalar que el valor de los activos por cada sucursal de banco alcanza la cifra de 107,1 millones, frente a los 49,2 millones de cada oficina de caja de ahorros. Es decir, que para equiparar los ratios en este aspecto, las cajas deberían suprimir el 54% de las sucursales que tienen en la actualidad, lo cual supondría eliminar unas 13.525 oficinas.

Vía.Abc.

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